Cómo implantar en una empresa la retribución flexible.
La retribución flexible, también conocida como salario flexible o salario a la carta, es un enfoque en la gestión de compensaciones que permite a los empleados elegir cómo quieren recibir parte de su salario, beneficios o compensaciones adicionales, dentro de ciertos límites establecidos por la empresa. En lugar de ofrecer un paquete de compensación estándar, las organizaciones que implementan la retribución flexible permiten a los empleados personalizar su remuneración de acuerdo con sus necesidades y preferencias individuales.
Algunos de los elementos que pueden formar parte de un programa de retribución flexible incluyen:
- Salario base: Aunque el salario base suele ser fijo, algunos programas permiten a los empleados ajustar ciertos aspectos dentro de límites establecidos.
- Beneficios sociales: Los empleados pueden elegir entre diferentes beneficios sociales, como planes de seguro médico, seguro de vida, planes de pensiones, entre otros.
- Vales de comida o tarjetas de combustible: Algunas empresas ofrecen la posibilidad de recibir parte del salario en forma de vales de comida o tarjetas de combustible.
- Cheques de guardería: Para empleados con hijos, la posibilidad de recibir una parte de la compensación en forma de cheques de guardería puede ser beneficiosa.
- Flexibilidad horaria: Algunos programas de retribución flexible permiten a los empleados ajustar sus horarios de trabajo o trabajar desde casa.
- Formación y desarrollo: La posibilidad de recibir fondos para la formación y el desarrollo profesional.
La retribución flexible tiene ventajas tanto para los empleados como para las empresas. Para los empleados, ofrece la oportunidad de adaptar su compensación a sus necesidades personales y familiares. Para las empresas, puede ayudar a atraer y retener talento, mejorar la satisfacción laboral y ser percibida como un empleador flexible y orientado al bienestar de los empleados. Sin embargo, su implementación exitosa requiere una comunicación clara y un sistema de gestión efectivo para garantizar que las opciones ofrecidas estén dentro de los límites establecidos y cumplan con las normativas laborales.
La idea es que el empleado pueda personalizar su paquete de compensación dentro de ciertos límites. Es importante destacar que las opciones deben cumplir con las regulaciones laborales y fiscales, y la empresa debe comunicar claramente las opciones disponibles y los límites para evitar malentendidos.
Imaginemos que la remuneración anual de un trabajador asciende a 45 000 euros brutos al año, en el caso fijo el escenario es el siguiente:
Retribución dineraria: 45 000 euros
Retribución dineraria neta: 33 445 euros.
Coste IRPF y Seguridad Social: 11 555 euros.
Gastos de los productos a título individual por parte del trabajador: 7870 euros.
Neto disponible del trabajador: 25 575 euros.
Ahora imaginemos el supuesto bajo el régimen de remuneración flexible con un salario de 45 000 euros brutos al año.
Retribución dineraria: 37 130 euros.
Retribución dineraria neta: 28 292 euros.
Servicios satisfechos por la empresa en favor del empleado: 7850 euros (incluiría un seguro de salud para cuatro personas, guardería y tarjeta restaurante).
Coste IRPF y Seguridad Social: 8838 euros.
Neto disponible del trabajador: 28 292 euros.
Con esta comparativa se aprecia como el ahorro es de 2717 euros, el empleado mejora su disponible en un 10,6 %. El beneficio es doble, la empresa puede ofrecer una retribución dineraria bruta inferior, reduce su base imponible y lo compensa con los servicios en especie al trabajador y que están exentos de impuestos. Paga menos en concepto de Seguridad Social y los trabajadores tienen bonificado el IRPF de los salarios en especie.
Al final, el trabajador consigue mejorar su liquidez mensual o anual y disfrutar de los mismos productos que si los hubiese contratado por su cuenta.